Es una iglesia de una nave, con una capilla en el lado de la Epístola y dos en el del Evangelio, cabecera poligonal orientada hacia el este y coro más bajo y estrecho en el lado opuesto. La torre, de construcción relativamente reciente, se encuentra adosada a la cabecera.
Está realizada sobre todo con sillería y rematada por una característica galería de arquillos en ladrillo. Algunas de las capillas laterales son de tapial, reforzado por hiladas de ladrillo, sobre un zócalo de sillería.
Al exterior destacan los volúmenes muy marcados de las dos capillas laterales abiertas en el primer tramo de la nave, así como los enormes contrafuertes escalonados con remate a doble vertiente que refuerzan las esquinas y la parte central del edificio.
Asimismo, la galería de arquillos que recorre toda la parte superior del edificio para aireación de las bóvedas. Muy característica de los edificios construidos a partir de la segunda mitad del siglo XVI, consta de una sucesión de arquillos de medio punto doblados, con una fina imposta en listel a la altura de sus arranques.
La puerta, abierta entre la primera capilla del lado del Evangelio y un gran contrafuerte, es un sencillo vano adintelado. Está enmarcada por una portada en arco apuntado abocinado que presenta una gradación de finas arquivoltas. Sobre el arco, recorre ese tramo de la fachada una fina cornisa con decoración denticulada.
Al interior consta de una nave con capillas, cabecera octogonal y coro bajo a los pies.
Tanto el ábside como la nave, dividida en dos tramos, están cubiertas mediante bóvedas de crucería estrellada con nervaduras de complejo diseño que apean en ménsulas voladas talladas con variados motivos en relieve, en general de carácter fantástico: sirenas, dragones alados, arpía, murciélago…
En el lado del Evangelio se abren dos capillas, una cada tramo de la nave. La primera de ellas es la más monumental. Se trata de un vano en arco de medio punto, cuyo intradós está decorado por hileras de rombos y círculos incisos. Lo flanquean sendas pilastras rehundidas que arrancan de elevados plintos y sostienen un entablamento clasicista de triglifos y metopas y un frontón partido avolutado rematado por figuras piramidales y decorado por motivos vegetales. Su interior es un espacio rectangular cubierto por una bóveda de crucería estrellada cuyo diseño es similar al de la cubierta de la nave.
La segunda capilla de ese lado, de menor altura y profundidad, tiene embocadura en arco de medio punto moldurado y similar cubierta de crucería estrellada.
La capilla del lado de la Epístola, abierta en el primer tramo de la nave, frente a la primera de las descritas, de pequeñas dimensiones, es similar a la anterior: embocadura en arco de medio punto moldurado y cubierta de bóveda de crucería estrellada, cuyos nervios apean en ménsulas voladas en copa.
A los pies se abre el coro bajo, de menor altura y anchura que la nave. Tiene embocadura en arco rebajado cuyo intradós está decorado con relieves rehundidos a base de hileras de rombos y círculos entrecruzados. Su interior está cubierto por bóveda de cañón rebajada. Parece ser un añadido posterior, quizá del siglo XVII, al edificio original, ya que incluso sus materiales de construcción son diferentes: zócalo de ladrillo y paramentos de tapial reforzados con ladrillo.
La torre, adosada al lienzo central de la cabecera, es una construcción de comienzos del siglo XX que incorpora diversos elementos procedentes de edificios más antiguos desaparecidos, especialmente de estilo gótico. Tiene planta hexagonal y cuatro cuerpos, separados por gruesas impostas. En el segundo piso se abren altas y estrechas ventanas rematadas por sendos frontones triangulares sobre ménsulas que quizás correspondan a la desaparecida torre del siglo XVI. Dos de los lienzos del tercer cuerpo presentan rosetones góticos cuatrilobulados enmarcados por guirnaldas vegetales y cabezas de putti que pueden datar también del siglo XVI. Por último, la mayor de los elementos góticos y propiamente medievales, procedentes de un desconocido edificio desaparecido, se concentran en el cuerpo superior: en cada uno de sus lienzos se abren vanos en arco conopial trilobulado, que apean en capiteles decorados con relieves religiosos y, sobre todo, heráldicos (leones rampantes portando escudos); sobre estos vanos, en cada una de las esquinas, gárgolas en forma de dragones alados también datables en la época bajomedieval.
Información proporcionada por Patrimonio Cultural de Aragón.